lunes, 28 de noviembre de 2011

Entre el lunes y el martes

Me han engañado: no todos los días tienen 24 horas. Este lunes, por ejemplo, dura ya unas 33 horas y aún no se ha acabado. Pero creo que sé por qué. Resulta que este domingo sólo duró unas 15 horas más o menos, se acabó antes de tiempo y el lunes entró demasiado pronto, como a las 10 de la noche o así. Teniendo en cuenta que el sábado se comió gran parte del propio domingo, el pobre Día del Señor quedó reducido a un suspiro. Visto y no visto. Así que aquí estamos, aún de lunes, el día más deprimente de toda la semana aferrado como una lapa a mi vida. ¡Venga ese martes ya de una vez!


Combate el pesimismo de los lunes: escucha buen Pop.

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