Cuando una sola canción te hace inmortal

One-hit wonder, o lo que es lo mismo, grupo de un sólo éxito.
Hace un rato un amigo me ha hecho una consulta musical para un asunto de trabajo. En el intercambio de mails que nos hemos cruzado ha aparecido una serie de canciones y, entre ellas, estaba uno de los temas Pop más redondos de la historia. Se trata de "There She Goes", una obra maestra de poco más de dos minutos y medio, incluida en el único álbum que en 1990 sacaron los liverpoolenses The La's. Este precioso tema cumple a rajatabla con lo que debe ser una perfecta canción de pop: breve duración, aparente sencillez, brillantez melódica, estribillos coreables y mucha magia. Una vez que has creado esto, puedes morirte a gusto. Los componentes de The La's no es que lo hicieran pero, aunque ese álbum contiene otros buenos cortes que no llegan a la categoría universal de "There She Goes", disolvieron el grupo y buscaron nuevos caminos cada uno por su cuenta. Sólo por haber creado esta perla merecen, para mí, estar entre los inmortales del Pop de todos lo tiempos.

The La's podrían haber sido mucho mucho más. ¿Por qué no fue así? Quizá deberíamos recurrir a la Nave del Misterio en busca de respuestas.

Ser maldito

La historia del Pop está llena de multitud de casos de bandas que teniéndolo todo -talento, voz, imagen, innovación, presencia- no llegaron lejos o incluso no tuvieron repercusión. Unas porque eran demasiado adelantadas a su tiempo y no fueron comprendidas por sus coetáneos; otras porque surgieron a destiempo (bandas guitarreras cuando no se llevaba; bandas con sintetizadores cuando tampoco); algunas más porque simplemente no supieron hacerse oir; finalmente estaban las que fueron eclipsadas por otras que tocaban algo parecido y tenían más proyección. Quizá en muchos de los casos pudiera ser por falta de carisma, un componente fundamental en la música de hoy necesitada de imagen tanto o más que de propia calidad sonora.
El caso es que muchos de esos grupos quedaron en el olvido; pero hay otros que salieron de la oscuridad y fueron reivindicadas posteriormente. Ojalá algún día fuera el caso de Adorable, una magnífica banda de pop de guitarras con un soberbio cantante, de aire épico y toques ochenteros a lo The Chameleons, que surgió en UK a principios de los 90 y tuvo la mala suerte de aparecer entre el final del Madchester Sound y el principio del Brit-Pop. Y digo mala suerte porque los medios de la época solo prestaban atención a aquello que "debía" sonar en esos momentos. Quizá porque la música de Adorable es atemporal y eso hoy en día amigos, te hace ser candidato a grupo de pop perfectamente maldito.

La mayoría se perdió una gran banda que a mí me pone los pelos de punta. Siéntate, cierra los ojos y simplemente escucha.

De todo corazón

Esperar 4 horas escondido al lado de su portal por si vuelve a casa, sólo por observarla unos segundos. Escuchar una y otra vez la misma canción que sabes que tanto le gusta. Comprarte su misma colonia para echártela en tu ropa y al olerla, cerrar los ojos para verla exactamente tal cual es. Cambiarte de clase al año siguiente para poder tenerla más cerca. Chocarte aposta a la salida de un bar para mirarla fijamente a los ojos y sentir un escalofrío... Los sentidos, las sensaciones son más fuertes en una época determinada de tu vida, justo cuando todo te parece muy grande o muy pequeño, blanco o negro, cuando no existe el término medio. Luego pasa el tiempo y comienzan a aparecer los matices, la paleta de grises, lo relativo, la riqueza de los detalles. Te haces mayor. Empiezas a ganar experiencia en la vida pero te das cuenta de que ya no volverás a sentir la emoción del primer momento.
The Pains of Being Pure at Heart me ayudan a recuperar sensaciones que creía perdidas.

Entonces todo acababa bien. O así quiero recordarlo.

La vuelta de las vacaciones

Seguro que a todos nos ha ocurrido en algún momento de nuestras vidas: no hay nada peor a lo largo del curso que el momento más esperado -las vacaciones- salga mal. Cuentas los días y hasta los minutos que faltan para tomártelas como si estuvieras en Cabo Cañaveral y cuando por fin te vas, ¡Houston, tenemos un problema!: las maravillosas, largamente deseadas y siempre cortas vacaciones, algo o alguien te las han fastidiado. No ha sido el caso este año pero una vez, hace ya dos lustros y pico, empezaba a disfrutar de mi estancia en la Costa Brava cuando un compañero trepa y un jefe cabrón me las jodieron pero bien, llamándome para que volviera al curro. Las vacaciones deberían ser sagradas y declaradas Reserva de la Biosfera.
Claro, que también puede ser que te hagas ilusiones del lugar al que vas totalmente persuadido por la publicidad vacacional y nada más empezar el viaje, ya te das cuenta de que las cosas no son como las esperabas. Eso mismo les ocurrió a cuatro amigos de Algete, Madrid.

Fíate tú de los anuncios.

Vacaciones

Pues eso.

http://www.tradebit.com/filedetail.php/97741593-sonreir

Elige la que quieras. Acertarás.


Hasta la vuelta.

XX

Este año se cumplen 20 años de la creación de uno de los discos más importantes para mi amigo Gabi y también para el resto del mundo. Tres tipos vestidos de leñadores surferos, procedentes de la fría Seattle y con un marcado gusto por las guitarras sucias y las letras con sabor a tubería, recuperaron a su manera la rabia del punk de finales de los 70 y la mezclaron con sonidos más próximos a ellos como Pixies o Sonic Youth: estamos hablando por supuesto de Nirvana. Unos años antes habían lanzado un primer disco al que poca gente hizo caso, así que decidieron como quien no quiere la cosa sacarse de la manga una obra maestra: Nevermind. Un disco perfecto desde su mítica portada hasta la última de sus canciones; tanto, que multitud de grupos y cantantes han versioneado cada uno de sus temas. Disfrutad del homenaje que otro insigne músico hizo a Kurt y sus chicos.

Si estuvíéramos en otra época deberíamos poner dos rombos a este vídeo.

Dice el hombre del tiempo que hoy me río

Hay un oráculo moderno al que todos, especialmente en findes y vacaciones, prestamos gran atención. Sus predicciones nos pueden fastidiar los días venideros o alegrarnos un puente, nos permite hacer planes o cancelar viajes, nos hacen leer más, ver más cine o disfrutar de una caña sentados en una terraza. Da o quita felicidad pero a mí siempre me hizo mucha gracia. Yo que escucho tanto la radio.

El Meteosat es dueño de nuestros designios, adorémosle.

Más allá de un buen whisky

Aquellos hombres rudos, habitantes de las highlands, herederos de los pictos, que mascullan palabras en gaélico y que miran directamente a los ojos de sus interlocutores, que apelan a sus antiguas leyendas de monstruos en sus lochs y líderes con la cara pintada, que visten faldas pero son los más aguerridos y nunca fueron romanizados y aún escasamente anglificados. Por todo eso y mucho más ellos, los escoceses, saben apreciar el lado emocionante de la vida y, cuando quieren, son maestros a la hora de tocarte justo en el lado más sensible de tu cuerpo con cada vaso de buen whisky, en cada festival de Edimburgo o en cada estrofa de una buena canción, digamos por ejemplo, "Everything Flows" de Teenage Fanclub.

Absolutamente entrañables.

Viva Las Vegas

Que si estaba pasado de kilos y de drogas, que si era puro histrionismo, que si se le iba la olla y se ponía a hacer llaves de kárate en mitad de un concierto, que si llevaba trajes con más chorreras que en una boda gitana, que si se le olvidaban las letras de las canciones... da igual. La época de Elvis en Las Vegas es absolutamente reivindicable por todo eso y por los pedazo de interpretaciones al límite casí infinito que daba su vozarrón de barítono de Misisipi. Esta etapa es, a su manera, tan vanguardista como lo fue la del rock'n'roll de los '50, y los que dicen que después de hacer el servicio militar en Alemania Elvis ya no era el mismo, se equivocan: era él mismo multiplicado por mil. Osea, mucho mejor.

Nos vemos en Graceland.

Siendo ortodoxos

Según el diccionario de la RAE "ortodoxo" es un adjetivo que significa, entre otras cosas, Conforme con la doctrina fundamental de cualquier secta o sistema. 
Stuart Murdoch, escocés, cantante, compositor y alma mater de Belle & Sebastian es un ortodoxo, no sólo porque vivió durante varios años en la parte alta de una iglesia -hecho que le influiría plasmándolo en algunas de sus canciones-, sino porque cada vez que escribe un tema, aplica la doctrina fundamental del Pop. Es difícil encontrar canciones tan melódicas, fácilmente coreables, aparentemente sencillas, que hablan de las cosas de esta vida y de la otra, como las que puedes encontrar en cualquier disco de Belle & Sebastian. "I Want The World To Stop" es un magnífico ejemplo.

A veces me gustaría parar este mundo para bajarme de él. Y subirme a otro.