Alguien que conozco, hace poco me dijo que la vida no solo es dura es que además la realidad es tozuda. Pues yo también. Empeñarse no solo es meritorio sino imprescindible aunque muchas veces sea estéril, pero mientras queden fuerzas y fe debes enfrentarte a todo aquello que no te hace bien. Pensar que este mundo y todo lo que hay dentro de él puede ser mejor es necesario para que la vida, tal cual es, no te derrote con su dura realidad.
El mundo es un rincón imperfecto en el que vivir y aquí voy seguir porque no hay nada más aburrido que la perfección.