jueves, 27 de diciembre de 2012

Un ser excepcional

La característica fundamental de un explorador es la misma que la de un filósofo o un periodista: la curiosidad. Por eso -aunque suene paradójico- Mario Marchegiani se mueve entre lo desconocido como pez en el agua; ese es su hábitat natural y va directo a ello sin titubear. Todo lo que está por descubrir es algo que le atrae, ya sea material o no, e igualmente le seduce un lugar en el que jamás estuvo como le entusiasma una sensación que nunca vivió.
Mario necesita experiencias nuevas para seguir adelante, sentir sabores o colores nuevos, llenarse de emociones y territorios extraños que satisfagan sus ansias descubridoras.
Mario piensa que cada vez conoce más pero también está convencido de que su capacidad de asombro no ha menguado después de tanto buscar, viajar y vivir, sino al contrario, es aún más curioso. Sufre una especie de adicción y ya no puede pasar cierto tiempo sin sentir cosas nuevas o descubrir algo que nunca haya visto; colmarse de incógnitas por resolver es preciso para avivar su alma porque no hay nada que le mortifique más que la rutina y los lugares comunes.
Mario vive solo. Aparentemente eso es algo circunstancial pero sus más íntimos saben que nadie sería capaz de aguantar a su lado. Mario vive por y para saciar su curiosidad, por alimentar el deseo de encontrar nuevos placeres que para él pueden tener las más diversas formas o circunstancias, y esa forma de ser únicamente se puede llevar en solitario. En realidad él mismo reconoce que es un tipo peculiar, que a pesar de ser un curioso patológico no quiere asumir el reto de la exploración de un territorio que podría suponerle el más grande de sus descubrimientos. O quizá el mayor de sus fracasos.
Todos creen que Mario es un valiente y sus hazañas estos años le han prendido sobre sí una pátina de épica con sabor a otro tiempo, pero él sabe que en el fondo tiene miedo y que lo único que hace es huir de lo que cualquier ser humano persigue, que no es más que la búsqueda de la felicidad a través de otra persona.


Mario Marchegiani es un ser excepcional: no tiene capacidad para amar.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Te deseo lo mejor de lo mejor

2012, un año a priori bonito -formalmente hablando- por su redondez y el añadido de ser bisiesto se ha convertido en un gran hueco temporal a olvidar por muchos. No debería ser mi caso puesto que hice una arriesgada apuesta laboral y de momento voy ganando, aunque no solo de trabajo vive el hombre y hay otros aspectos muy mejorables en la composición de mi vida. Pero, insisto, no debo quejarme aunque el deprimente entorno me contagie un estado de ánimo que se hunde profundamente bajo tierra.
La noticia buena es que quedan pocas horas para que estos 366 días y los hechos que contienen cada uno de ellos pasen definitivamente a las hemerotecas. Ahora está mucho más cerca el futuro y lo que está por venir siempre es mejor. Mientras tanto, pasemos lo que falta del 2012 comiendo y bebiendo muy cerca de todos los que nos quieren que son los únicos que se merecen de verdad nuestra presencia. Y para el año que viene tengo las expectativas muy altas pero podrían resumirse en más amor, mejores historias y mucho Pop.


Esto es para ti que siempre estás cerca aunque no te vea. Gracias.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Esto se acaba

Llegó el día. Una lástima porque yo tenía el pálpito de que este año sí, que por fin era mi momento, que después de verlo pasar muy cerca me ve iba a tocar por fin el Gordo, y ahora me temo que tendrá que ser en otra vida -¿habrá Lotería de Navidad en el más allá?-. Así que va el mundo y se acaba el día antes del sorteo. Putos mayas. O putos marcianos que les contaron que volverían por aquí a dar una vuelta a todo esto un día como hoy.
En realidad estoy jodido porque hay unas cuantas cosas que no voy a poder hacer, a no ser que me dé mucha prisa hoy. A saber:
Leerme el Quijote por tercera vez (era muy joven en las dos anteriores y no le pillé el puntillo). Sacarme el título de piloto y comprarme un ultraligero. Conseguir que las magdalenas me queden con su altura y esponjosidad exacta, ni muy planas ni que se salgan del molde. Ver a los Stone Roses en directo. Aprender a escribir bien y publicar mi primera novela. Trabajar en lo que me gusta -¿qué es lo que me gusta?- y vivir de ello. Triunfar en el Real Madrid y meter el gol que nos dé la Décima. Rebelarme como un amante supremo superando a mitos como Casanova, Don Juan Tenorio o Mágico González. Hablar copto con fluidez y manejar con soltura SAP (lo primero lo veo más factible). Tocar el bajo mejor que Peter Hook. Hacerme el Camino de Santiago en bici contigo. Contar un chiste que haga gracia. Vivir en un sitio donde no haga frío y tenga el mar cerquita. Comer en Arzak e irme sin pagar. Ser mago y maquinista de locomotoras a vapor...
Y por último pero lo más importante; esto no se puede ir al carajo sin que antes vaya a visitar el Gran Cañón, bajar hasta el río Colorado y gritar desde allí "¡huele a morcilla por favor!".



Hasta mañana amigos. Aquí o más allá.

martes, 18 de diciembre de 2012

Si tú estás bien yo estoy mejor

Tiempos convulsos, como siempre; y son así desde el mismo día en que el ser humano empezó a caminar sobre dos patas y alguno decidió que el ser que tenía a su lado -humano o no- no era un aliado sino un competidor y que, en beneficio propio o por puro egoísmo, había que quitarle lo que era suyo, a veces incluso su vida. Hasta hoy.
Es curioso que, también desde entonces, muchas otras personas no dejen de buscar la concordia y la amistad. Cada cual tiene sus métodos pero uno de los más eficaces resulta ser una paradoja: cuanto más das, más tienes.


Toma.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Mulas y bueyes

Siempre que estas fechas se echan encima me viene a la cabeza la parte más entrañable de la música, es decir, los villancicos cantados por los más variados intérpretes -normalmente anglosajones- que no se les caen los anillos a la hora de celebrar en formato Pop una época que es, por otra parte, un festival del exceso. Y nada más excesivo que mi queridísimo, aguerrido y a la vez sentimentalón Joey Ramone cantando que vuelvas a casa.


Si Joey te lo pide así, tienes que volver.

martes, 11 de diciembre de 2012

¿Quién conoce a Cedric Villars?

Cedric Villars camina arrastrando pesadamente sus cansados pies y su derrotada alma. Le duele la cabeza, desde hace horas no tiene la menor idea de dónde está ni adonde tiene que ir y todo lo que ve a su alrededor le resulta extraño. Sus ojos miran con desesperación hacia cualquier sitio buscando una señal conocida, una cara familiar, una calle habitual, un portal seguro, algo que se transforme en recuerdo y lo lleve a la seguridad de lo vivido. AVA.
Cedric sabe cómo se llama porque encontró una cartera en su gabardina con una licencia de conducir en la que vio una foto suya. También cree saber dónde vive porque deduce que la dirección impresa en ese carnet es la de su domicilio. Quiere dirigirse hacia allí pero por más que intenta preguntar a los viandantes es incapaz de articular una palabra medianamente inteligible y únicamente salen de su garganta unos sonidos guturales que espantan a cualquiera que se cruza con él. No comprende por qué no puede hablar y el horror que provocan sus gruñidos a la gente es comparable al pánico que siente por encontrarse totalmente perdido. Decide comunicarse por señas y señalar la dirección impresa en la licencia de conducir a todo el que pasa a su lado pero nadie sabe dónde está aquel lugar.
"Esa calle debe pertenecer a otra ciudad, caballero. De aquí le aseguro que no es", le responde meneando la cabeza un guardia urbano que hace la ronda por el barrio, después de preguntar a un compañero a través de su walkie-talkie. "Mire, por qué no me acompaña a comisaría y quizá allí podamos ayudarle a..." Cedric le deja con la palabra en la boca y echa a correr sin mirar atrás hasta que siente que ya nadie más se fija en él. LETIÓN.
Imposible de explicar su situación, Cedric intenta desesperadamente hacer memoria pero ésta no alcanza más allá que unas horas atrás, justo después de levantarse aturdido del suelo de un oscuro y sucio callejón. Solo sabe que, desde ese instante, tres palabras no dejan de martirizarle sonando constantemente en su cabeza: el nombre de una mujer a la que no pone rostro; lo que interpreta que puede ser un lugar; y las dos letras recién tatuadas en el interior de su muñeca derecha y que es lo primero que vio en cuanto el aturdimiento desapareció junto a todos sus recuerdos. NO.


Ava decidió dar un paso adelante e ir en busca de la verdadera felicidad. Letión se le había quedado pequeño y provinciano, tanto como aquel chico con el que tonteaba y al que por fin mandó a paseo.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Mañana me acordé de que ayer serás mía

Estás pero no estás.
Eres invisible aunque te veo.
Estás hecha de no-materia y sin embargo soy capaz de tocarte.
Eres una voz muda que solo oigo yo.
Alma que no cuerpo, noto tu presencia a mi lado permanente, insistente, persistente.
Compañía en la soledad, tu silencio es más expresivo que todo ese ruido que hay fuera.
Me haces sonreir con bromas que no entiendo más que yo, actos perfectamente íntimos que pasan inadvertidos a la multitud, recuerdos de viejo que ya he vivido y actos de juventud que están por venir.
A veces quiero correr y huir de ti, que me dejes a solas por un momento pero cuanto más rápido voy más cerca estás de mí. Quizá sea mejor así pero hoy haz que esa regla tenga su excepción.


Aunque pienses que ya me fui, no desistas, espérame en otro sitio que ya volveré. Los perros siempre regresamos con quien alguna vez nos trató bien.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Yo sigo esperándote

Me acuerdo de ti, a todas horas, todos los días; no creas que lo he olvidado. Que no sea insistente no significa que no tenga ganas de que suceda; ese momento en ese lugar soñado mil veces y esperado un millón más. No me importa que cuando todo eso llegue a término, cuando por fin sea, suceda de foma distinta a como lo he imaginado. Solo deseo que sea aún mejor. Que la sorpresa sea tan mayúscula que me sintiera a punto de desmayarme como una dama victoriana tras la trinchera de su abanico al interceptar la mirada de aquel atildado caballero por el que tanto suspira.
Tiene que ocurrir; va a ocurrir, lo veo venir y me estoy preparando conciencudamente para ese momento. A veces me desespero y según pasa el tiempo mi ansiedad va dando paso, en ocasiones, a tics nerviosos en lugares de mi organismo que ni siquiera tenía localizados  -¿por qué no existe un google maps del cuerpo humano?-. Pero hay que tener fe y no desesperar, dejar de lado dudas razonables que, cual tentaciones bíblicas, invitan a levantar bandera blanca cuando la autoconfianza se diluye. Debo mantenerme firme y si no es hoy ya será en otra ocasión. Porque tiene que ser, llegará por fin ese día. Lo intuyo, lo sé.


Sí, estoy seguro de que algún lunes será un día maravilloso.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Buscando el lado bueno de las cosas imperfectas

Días de furia y desesperación donde los encuentros y desencuentros van y vienen. Males que no cesan, pesares que no se quitan, terremotos pasionales, volcanes en mantenida erupción. Buscas la paz en medio del fragor pero ese estrépito constante en el alma te impide que la serenidad gane una batalla que de antemano das por perdida. Estás jodido pero no aburrido.
Alguien que conozco, hace poco me dijo que la vida no solo es dura es que además la realidad es tozuda. Pues yo también. Empeñarse no solo es meritorio sino imprescindible aunque muchas veces sea estéril, pero mientras queden fuerzas y fe debes enfrentarte a todo aquello que no te hace bien. Pensar que este mundo y todo lo que hay dentro de él puede ser mejor es necesario para que la vida, tal cual es, no te derrote con su dura realidad.


El mundo es un rincón imperfecto en el que vivir y aquí voy seguir porque no hay nada más aburrido que la perfección.

martes, 27 de noviembre de 2012

Historias de una mañana de otoño

Esa nube que lucha por tapar definitivamente el poco azul con que hoy amaneció el cielo parece cargada más que de lluvia, de malas intenciones. Amenaza con descargar desasosiego y baja autoestima a repartir discrecionalmente entre los valientes viandantes y los heróicos ciclistas que se han atrevido a salir con todas las consecuencias que un invierno otoñal puede suponer sobre sus sufridas cabezas y ateridos cuerpos.

El padre mira al hijo y sin mediar palabra pero con una mirada cómplice emprenden el camino mañanero en dirección al futuro: él a su trabajo y él a su clase. No necesitan hablar, simplemente el tacto y la vista son los sentidos que dirigen el sentido de sus destinos. Hijo agarra la mano de padre; padre cierra los ojos y es feliz. Son dos, pero uno.

Un tendero sube con esfuerzo la persiana metálica de su pequeño local. Lo hace lenta, parsimoniosamente, como si no quisiera que llegara nunca al techo; como si quisiera que nunca se acabara el día que ha decidido que no puede más, que ya está bien, que lo deja y se va. Se siente como un deshauciado porque ese local ha sido su verdadera casa los últimos años y ahora tiene que abandonarla. El hombre nota que cuando baje por última vez la persiana al caer la noche, dejará de ser quien ha sido hasta ahora. Pero sonríe porque aunque aquí ya no será más, allá será otros yoes.


Gris pero color. Muerte pero vida. Final pero principio. Exacta confusión, matiz genérico, borrosamente claro, un poco de mucho, todo de casi nada. Ni invierno ni verano.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Ese feliz invento

Te adoro, te rechazo, te deseo, te llamo, te busco, te insulto, te sigo, te olvido, te respeto, te recuerdo, te miro, te imito, te despido, te saludo, te digo, te callo, te doy, te quito, te como, te odio, te compro, te vendo, te libro, te ato, te grito, te susurro, te acerco, te dejo, te quiero.
Si tienes algo que decir, mejor con música.


Bendita música, la forma más precisa de comunicar sentimientos inventada por el ser humano.

martes, 20 de noviembre de 2012

¿Cómo te reconoceré?

Hace frío. Bueno, no es que el termómetro esté por los suelos pero esta asquerosa humedad hace que me tiemblen hasta los huesos. En realidad no tengo claro si es solo por el frío o también porque estoy nervioso esperando a que por fin aparezcas.
No sé muy bien quien eres, hace poco que nos conocemos y solo te he visto una vez pero después de todo este tiempo de mensajes cruzados, miradas furtivas, deseos callados, suaves palabras algo mucho más grande debía pasar entre nosotros.
Conexión inexplicable, serendipia o casualidad: telepatía emocional. Los dos hemos llegado al mismo punto, sabemos que el momento es ahora, que después de haber recorrido otros caminos con gente distinta experimentando triunfos, fracasos, ilusiones, desengaños, pasiones, traiciones, risas y dolor, ahora debíamos encontrarnos para dejar todo atrás y empezar algo realmente nuevo. Y sentir que por fin estamos vivos de verdad.
Hace frío y aún no has venido.


Me reconocerás entre la gente porque seré la única que en ese lugar lleve unos vaqueros.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Antítesis

No me gusta mi trabajo. No me pone.
Me gusta mi trabajo. No me quita.
No me gusta mi trabajo. No tengo a donde mirar.
Me gusta mi trabajo. Nadie me mira.
No me gusta mi trabajo. La gente es aburrida.
Me gusta mi trabajo. La gente no da la plasta.
No me gusta mi trabajo. No sé por dónde empezar.
Me gusta mi trabajo. Sé cuándo hay que terminar.
No me gusta mi trabajo. Me da qué pensar.
Me gusta mi trabajo. Me hace no pensar.
No me gusta mi trabajo. Me roba horas de vida.
Me gusta mi trabajo. Me da para vivir.
No me gusta mi trabajo. Lunes que duran 96 horas.
Me gusta mi trabajo. Viernes que duran minutos.
No me gusta mi trabajo. Ir es cuesta arriba.
Me gusta mi trabajo. Venir es cuesta abajo.
No me gusta mi trabajo. Tengo jefes.
Me gusta mi trabajo. Los jefes no están.
No me gusta mi trabajo. No sé explicar en qué trabajo.
Me gusta mi trabajo. Trabajo.


No me gusta mi trabajo. Me gustas tú.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Que se pare el tiempo

Oye, han llamado a la puerta de nuevo. Quien quiera que sea ha pasado de utilizar el timbre y esta vez ha aporreado la madera. Ssshh... calla, no digas nada, no estamos para nadie, metámonos bajo las sábanas. Estoy tan bien aquí contigo... ¿es que ya no respetan nada? Ya pueden llamar todo lo que quieran, no pienso abrir... ¿no se dan cuenta de que no voy a abrir? Espero que los mayas acierten, que se vaya el mundo a la mierda y pronto no quede nadie. Nadie menos tú y yo. 

Contigo me siento bien, me siento fuerte, nada me parece imposible a tu lado, tu compañía no es como las demás, eres especial. Qué sería de mí si no te viera cada día; es tan duro cuando llega el momento de irme que aunque haya sido hace un minuto ya me parece ayer. O un año. Cada vez que estamos juntos quiero parar el tiempo. Necesito verte mañana, pasado, siempre; llegar aquí y saber que estás porque este lugar es fantástico como si estuviera hecho solo para nosotros.

Otra vez. Dejen de golpear la puerta, dejen de gritar. Pero qué les hemos hecho ¿qué hora es para molestar de esta manera? Déjennos en paz.


- ¡Eh imbécil! Sal de una puta vez que ya es la hora. No te voy a hacer rebaja por mucho que vengas por aquí. La chica tiene que seguir trabajando y si quieres estar más, pagas otra vez.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

El sentido de la vida

Estas cuatro paredes me las conozco de memoria. Sé dónde está cada desconchón, cada grieta, cada irregularidad. Después de todo casi me encuentro cómodo aquí puesto que poseo en grandes cantidades las dos cosas que más aprecio: el tiempo y el silencio. Pero también me sobran la oscuridad, la humedad, el calor sofocante y ese permanente olor acre que se cuela por la rendija de la puerta y que se ha hecho fuerte en este lugar y en mi cabeza. La cosa no sería tan mala si recibiera alguna visita, alguien que me hiciera romper con esta triste monotonía, pero hace años que el resto del mundo se olvidó de mí y, lo que es peor, yo también estoy empezando a olvidar a los demás.
Intento evocar una y otra vez tu aroma, no dejar que caiga en el pozo de la desmemoria. La ponzoña en la que vivo me atormenta y está empezando a ganar la batalla, la última de todas, la definitiva porque sé que si alguna vez olvido tu esencia, el leve lazo que aún me mantiene unido a la realidad se romperá y caeré en lo más profundo de la sinrazón. Los recuerdos perduran si la memoria se mantiene, pero las presencias se materializan con la simple existencia de un olor. Y tu aroma es deseo y yo deseo que estés siempre conmigo, aunque no pueda verte.


Mi propia existencia, mi ser, mi yo dependen de tu aroma. No me queda mucho tiempo; ya casi no recuerdo a qué hueles.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Holguras

Hace ya unos años que se ha instalado en nuestras vidas la dictadura de lo estrecho. Esta es la época en que los recortes y los ajustes son noticia permanentemente, y por su influencia en nuestro día a día son un tema recurrente en cualquier sesuda tertulia o en una conversación de barra de bar.
Bla bla bla..., seguid hablando mientras no os dais cuenta de lo que importa de verdad.
El gran problema de lo estrecho no es ese sino el totalitarismo de la moda que nos indica cómo debemos ir para no parecer alguien desactualizado. Porque si ya no dices cuando algo te gusta "esto es guay del paraguay" tampoco debes llevar un jersey de canalé holgado. No, ahora tienes que ponerte unos pitillos a ser posible ligeramente pesqueros, una camisa ceñida y una chupa bien ajustada. Y no, no caigas en la tentación de ponerte ese abrigo amplio y calentito que te tapa el culo cuando hace frío porque pueden mirarte mal o lo que es peor, de forma condescendiente si vas al típico garito de gente indie o guapa o las dos cosas. Que la época "Maravillas" ya pasó.
Así que sí o sí debes llevar algo estrecho, y para hacerlo con cierta dignidad o eres joven o estás bien hecho o te cuidas de seguir bien hecho cuando vas alcanzando una edad o, definitivamente, haces el ridículo.


Hay que estar preparado porque cuando llegan, las estrecheces muestran todos los defectos. Ay, qué lejos quedan los 90...

viernes, 2 de noviembre de 2012

Volver

La fortuna es caprichosa y si se presenta lo suele hacer inesperadamente y en forma dispar. Si alguien con poderes infinitos llamara un día a la puerta de mi casa y me preguntara cuál de esos poderes suyos me gustaría adquirir, yo, sin dudarlo, le compraría la posibilidad de viajar en el tiempo. Es posible que ese personaje me respondiera que ese no es un solo poder, sino dos.

-¿Dos?
-Sí dos, porque viajar en el tiempo puede ser hacia el futuro o hacia el pasado; por tanto son dos así que elige uno solo.

Bien, creo que no tardaría mucho en elegir: viajar hacia el pasado pues no tengo ninguna curiosidad por conocer el futuro y sin embargo me siento tremendamente atraído por todo lo que ocurrió en cualquier momento antes del día de hoy.
Desde luego que tengo debilidad por conocer acontecimientos de otras épocas y por cómo los vivieron las gentes de entonces, pero si quisiera viajar al pasado tendría motivaciones más poderosas. Volver sobre mis pasos y rectificar ciertas cosas, convertir algunas derrotas en victorias, reencontrame con ese cruce caminos y elegir -ahora sí- la dirección correcta, tragarme aquellas palabras que dije a destiempo, decir Sí en lugar de No... quién no lo ha pensado alguna vez.


Es tarde, creo que ya es hora de soñar dormido. Me voy a la cama.
¡Ding-dong!

martes, 30 de octubre de 2012

Mi Eldorado

Me gusta el calor de estas latitudes y no me importa sudar la gota gorda. Sabía a lo que me exponía si quería venir aquí -porque el Dónde es este- pero lo importante era que el Cuándo fuera ya y sobre todo que tú fueras el Con Quién. Hace tiempo que sabes que estaba buscando dejarlo todo, muy atrás, lejos. Llevaba años planeando qué hacer con mi vida, volver a empezar, borrar de un plumazo estos últimos años y comenzar de nuevo. No es que me arrepienta de lo que he hecho hasta hoy -de nada sirve- y, aunque pienso que lo vivido no ha estado mal, mi paso por este mundo tiene que ser distinto. Llevo un tiempo buscando ansiosamente el botón para reiniciarme y creo que por fin lo encontré aquí.
No creas que no lo he meditado y antes de dar el paso me dije mil veces que este no era un lugar para mí, que no era el momento, que por qué lo hacía. Pero quiero que sepas que esas dudas se disiparon al ver que no me gustaba lo que tenía, que necesitaba cambiar, que debía intentar vivir una vida extra dentro de la propia que la naturaleza me ha dado. Tomar por fin la decisión de agarrar firme el timón y poner rumbo exactamente a donde yo decida.


Sí, hace calor y estoy sudando pero por primera vez en mi vida estoy seguro. Es aquí, es ahora y es contigo.

viernes, 26 de octubre de 2012

El mejor día de tu vida

¿Que hay nubes? Para mí, sol. ¿Que llueve? Me pongo en manga corta. ¿Que me chillan? Asiento con la cabeza y sonrío. ¿Huelga de metro? Cojo la moto -o la bici- ¿Tasa récord de paro en este mes? Me agarro a mi silla fuerte, fuerte, fuerte. ¿El Atleti va colíder? Ya caerá. ¿En este bar solo tienen San Miguel de barril? Ponme un tercio de Mahou ¿Se lleva la barba? Apuro con una pasada más el afeitado de esta mañana. ¿Somos demasiados? Donde caben dos caben tres, o más. ¿Beatles o Stones? The Smiths. Y Morrissey. Y Johnny Marr. ¿Los miércoles cocido? Los jueves paella y sobre todo los viernes cañitas. ¿Ya no me quieres? Yo te deseo más que nunca. ¿Te quedas? Me voy; pero vente conmigo.
¿Sigo o qué? ¿Es que no te diste cuenta? Hoy es viernes y lo demás no importa.


¿Tú o yo? Tú y yo.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Que lo digan otros por mí

A mí me pasa mucho que
no sé diferenciar muy bien
si te echo de menos a ti
o a una etapa que se fue.

No te vinieron nada bien
esas novelas en francés;
creíste ver algo de luz
y echaste todo a perder.

Ahora te ha dado por creer
que tú eres como un iceberg
y que yo me quiero inventar
la parte que no puedo ver.

Me hablas de cierta inmadurez
que debería superar.
No sé cómo hacerte entender
que eso tampoco es novedad.

Lo ha dicho gente muy cabal,
lo ha dicho Radio Nacional
y esas amigas tuyas que
nunca he podido soportar.

Lo ha dicho Ignacio Escolar,
lo ha dicho el correo del Zar
y solo me falta que tú
lo digas solo por hablar.


Los Lagos de Hinault. Pop moderadamente insensato.

lunes, 22 de octubre de 2012

Entre el mito y la realidad

Aquel tugurio olía rematadamente mal. La ley antitabaco había traído tantas consecuencias buenas como malas, y entre estas últimas se encontraba el descubrimiento de un amplio abanico de aromas corporales no siempre agradables que antes pasaban desapercibidos aplastados por la uniformidad del olor a tabaco. Parecía como si ese día hubiera una concentración de gente que había renunciado a lavarse ciertas partes de su cuerpo con la frecuencia necesaría para evitar la, digamos, natural fermentación orgánica. Y yo, que por naturaleza tiendo a la obsesión, me estaba rayando con el olor a sobacazo.
Esperaba. Mi forma de ser me invita a pensar en cosas intrascendentes para hacer que el tiempo pase lo antes posible y la espera sea más llevadera, pero el ambiente de ese garito me lo estaba poniendo difícil. Por alguna razón que ahora no recuerdo llegué a la conclusión de que él aparecería por allí ese día y sin dudarlo me aposté en una de las mesas del bar en cuanto su dueño subió la verja a primera hora de la tarde.
Hacía meses que no me lo quitaba de la cabeza. Sólo le había visto una vez, en una de esas quedadas que hacemos antiguos compañeros de facultad y él venía acompañando a un amigo. Estuvimos tomando cervezas en este mismo tugurio en el que recuerdo que entonces se podía fumar. No cruzamos más que unas pocas frases y, aunque es verdad que hubo tres o cuatro cruces de miradas, en ese momento no me llamó la atención así que no entendía por qué tenía esas ganas de verlo; yo nunca he sido así. Me ha ocurrido como con algunos de mis discos favoritos, que al principio sus canciones no me decían nada pero según voy volviendo sobre ellas me van gustando más y más hasta convertirse en algo imprescindible en mi vida. Pero él no era un disco.
Ahora había llegado el momento. La necesidad de volver a verle era superior a mi proverbial timidez, así que me lancé a descubrir por qué me ha tenido que suceder a mí aquello que solo creía posible en los demás. Y allí estaba yo, esperando a alguien que podía hacer cambiar mis hasta el momento sólidas convicciones acerca de las relaciones humanas.


A veces la intuición femenina no falla: la espera no había sido en vano y, como había supuesto, él apareció en aquel bar. Le miré, ¿me reconocería? Me miró y sí, me reconoció. Sonrió y se acercó a mi mesa. El éxtasis.
En otras ocasiones esa intuición es un completo desastre: él se sentó a mi mesa y al poco empecé a notar que en el tugurio aquel olor a humanidad ya no era malo. Sencillamente se había convertido en irrespirable. El desencanto.

jueves, 18 de octubre de 2012

Todo el mundo somos dos

Mira, vuelven a reponer aquella peli de hace 30 años que tanto nos gustaba. Y en el mismo cine, ese cine. Parece mentira pero después de todo el tiempo que ha pasado siga siendo una sala donde proyectan películas y no una tienda de ropa de esas que hay miles en cualquier rincón del planeta.
Vale, ahora que lo recuerdo era una peli un poco tontorrona y puede que todo este tiempo que ha transcurrido desde entonces la haya hecho envejecer peor que a nosotros. Pero esa era nuestra peli y aquel nuestro cine, y no pienso renunciar a eso así pasen otros 30 años.
Son casi las 10, nos da tiempo ¡venga! entremos a verla. No pongas esa cara, iremos atrás en el tiempo y, verás, otra vez tú volverás a ser tú y yo seré ese yo que tanto te gustaba. Es curioso, no sé si ha sido coincidencia o qué pero hoy te has echado esa colonia que solías ponerte antes ¡mmmm...! Te estoy viendo como eras entonces.
Vamos allá. Dame la mano, sí, dame la mano y vamos a cruzar la calle ahora que no pasan coches. Cuidado con ese charco... Vaya, ¿te has dado cuenta de cómo lo has saltado? Has volado y me has llevado contigo.


- Dos butacas para la sala 3, por favor.
- La película ya ha empezado señor.
- Lo sé. Hace más de 30 años.

lunes, 15 de octubre de 2012

Tu destino está escrito

Conforme pasaban los minutos la espera se iba haciendo cada vez más insoportable. Volvió a mirar al reloj de la pared y le dio la sensación de que las manecillas no se movían. Parecía que no funcionaban pero el tic-tac era la prueba irrefutable de que seguían en marcha y el tiempo no se había detenido. Pero eso no le consolaba y la espera seguía siendo una agonía interminable.

Conforme pasaban los minutos la espera se iba haciendo cada vez más llevadera. Volvió a mirar al reloj de la pared y le dio la sensación de que las manecillas volaban. Parecía que iban más deprisa de lo normal pero el tic-tac era la prueba irrefutable de que la velocidad era constante y no había ninguna aceleración. Pero esa sensación de fugacidad le fue mitigando la angustia de los primeros instantes.

Optó por no pensar más en eso, al menos durante un rato y se centró en el papel que tenía delante de él. Las instrucciones que contenía eran claras y precisas, así que se dispuso a cumplirlas al pie de la letra. Era de esas personas que acatan una orden sin discutir ni una coma y esta forma de ser le permitía anclarse a la realidad con mayor firmeza.

Optó por pensar en eso, al menos durante un rato y no dar importancia al contenido del papel que un momento antes aquel hombre le había mostrado  Las instrucciones que contenía eran claras y precisas, pero no dar nada por sentado formaba parte de su naturaleza. Era de esas personas que todo lo discuten, esencialmente inconformistas y esta forma de ser le permitía de huir de una realidad que no le gustaba.

"Cuando den las 12 en punto apague y encienda la luz de la habitación tres veces seguidas. Después diríjase a la ventana, ábrala y asómese. En la parada del bus que hay enfrente verá a una persona que se encenderá un cigarrillo. Ejecute las órdenes y después váyase", leyó.

"Cuando den las 12 en punto apague y encienda la luz de la habitación tres veces seguidas. Después diríjase a la ventana, ábrala y asómese. En la parada del bus que hay enfrente verá a una persona que se encenderá un cigarrillo. Ejecute las órdenes y después váyase", recordó.


Llegó la hora. Sacó un cuchillo, cortó las ataduras de su prisionera y le señaló la puerta con gesto imperativo. Por primera vez en su vida no hizo lo que de él se esperaba. Una lágrima se deslizó por su mejilla, se sintió avergonzado y cerró los ojos. Notó que unos labios cortaron la trayectoria de esa lágrima. Sonrió pero cuando volvió a abrir los ojos ella ya no estaba allí. No la volvería a ver pero nunca olvidaría esos días en que tuvo por fin a alguien a su lado.

Llegó su hora. Cerró los ojos y notó que sus muñecas se liberaban de las ataduras. Miró a su captor con incredulidad y vio cómo este le señalaba imperiosamente la puerta. Por primera vez en su vida cumplió una orden sin replicar. Se levantó y fue hacia la salida pero cuando pasó al lado de su guardián se detuvo, le dio un beso en la mejilla y echó a correr lejos de allí. No le volvería a ver pero nunca olvidaría los días en que por fin tuvo a alguien de su lado.

martes, 9 de octubre de 2012

Me alejo de ti para que sepas quien soy

Andrés Nogales Maldonado, apostado tras una gran piedra en lo alto de una loma que dominaba toda La Raya, pensó que esa era la última vez en mucho tiempo que vería el anochecer en su patria antes de cruzar al Otro Lado. En esa nueva tierra le aseguraron que pronto se convertiría en un hombre nuevo, y solo rezaba porque la fortuna se pusiera de su parte porque los contactos de allá ya los tenía hechos y los coyotes de acá estaban apalabrados.
Andrés Nogales Maldonado no era un valiente, no le gustaba apostar sino era sobre seguro y después de muchos años buscándose malamente la vida había conseguido reunir lo suficiente para poder dar este paso. A su manera era un tipo metódico, organizado, no le gustaba dejar ningún cabo sin atar. Para ciertas cosas era excesivamente pulcro rayando la neurosis, de esos que cuando escriben repasan el punto de cada "i", y odian que una "o" no esté bien cerrada. Las cosas bien hechas. Por eso para cruzar La Raya con seguridad y llegar al Otro Lado tenía claro que no había que dejar nada al azar, que debía contactar con profesionales, pagarles lo justo en estos casos y mirar hacia adelante sabiendo que había hecho lo preciso para llegar allá y empezar a prosperar.
Andrés Nogales Maldonado esperaba la señal convenida. Volvió a sacar su cartera y contó por enésima vez todo el dinero que llevaba, el pasaporte para la nueva vida. De entre los billetes una foto rasgada cayó al suelo. Se veía un grupo de chicas vestidas de domingo y en el centro destacaba una que sonreía más que las otras. Besó la foto y se la guardó en el bolsillo de la camisa, el que está justo a la altura del corazón. Ella era lo único que echaría de menos mientras estuviera en el Otro Lado, pero también era su motivación para ir allá, triunfar y volver a su patria a buscarla en un gran coche vestido con ropa cara. Entonces sí que se fijaría en él, se daría cuenta por fin de que él era alguien.
Andrés Nogales Maldonado escuchó un aullido sordo y cercano, y supo que el momento había llegado. Distinguió unas sombras en la oscuridad y fue directo a ellas. Tres hombres le esperaban y el más alto de ellos se dirigió a él de forma apremiente.

- ¿Trajo la plata señor?
- 4000, aquí lo tienen todo. Cuenten los billetes, -dijo Andrés sacando el fajo de la cartera.
- No hay problema, está bien. Su cara es de fiar. Ahora confíe usted en nosotros, síganos y le llevaremos directo al Otro Lado.

Andrés Nogales Maldonado miró fugazmente hacia atrás, se tocó el bolsillo de su camisa, esbozó media sonrisa, se santiguó y se fundió en la noche siguiendo a los tres coyotes.


Hombre desnudo e indocumentado, alrededor de 30 años, tez oscura, cabello negro, tatuaje en brazo derecho con un nombre: Evangelina. Pasados los 7 días legales sin que nadie reclame el cuerpo, se procede a su inhumación. Fdo. El Jefe de Policía de Nueva Fortuna.

viernes, 5 de octubre de 2012

Refundación

Sonó el despertador a las 8 como cada mañana. Hoy se hizo la remolona más de lo habitual y dio unas cuantas vueltas antes de levantarse lentamente de la cama. Estiró sus larguísimos brazos y mientras se iba despejando hizo un repaso mental de todas las cosas que le ocurrieron ayer. Fue un día sin un momento de respiro, le había ocurrido de todo y deseaba que hoy la cosa fuera de otra forma. Por un momento dudó qué día de la semana era "¿Jueves o viernes? No, viernes seguro".
Se miró en el gran espejo de cuerpo entero que dominaba el dormitorio y acercó la cara. Escrutó sus facciones y maldijo las incipientes arrugas que asomaban en un rostro aún juvenil. Cerró los ojos y se hizo un leve y rápido masaje sobre los párpados. Los abrió. Mucho mejor. Ahora se veía casi perfecta y para lograr el 10 decidió que tenía que maquillarse y vestirse esmerándose aún más de como solía hacerlo diariamente. "Hoy mataré".
Si algo dominaba en la casa era el enorme vestidor, la Habitación de la Vida como ella la llamaba. Era el lugar donde programaba quién iba a ser ese día y pasaba el tiempo necesario, a veces horas, decidiendo cómo. Lo que siempre tenía claro cada vez que entraba en ese cuarto era que cuando saliera de allí tenía que ser alguien nuevo, una personalidad a estrenar.
Esa mañana se sentía poderosa y eligió la ropa adecuada para acompañar esa sensación de plenitud que la recorría cada palmo de su cuerpo y que le daba la seguridad de conseguir cualquier cosa que se propusiera. "No voy a ser la de ayer, hoy quiero dominar el mundo".
Impecablemente vestida y destilando clase por cada poro de su piel tiró al suelo con desprecio el anodino uniforme que vistió el día anterior, lo pisó altivamente con los taconazos en los que se apoyaban cada una de sus interminables piernas, y pasó por encima del personaje que le tocó representar y que juró que nunca volvería a ser. Se puso una gabardina, cogió un maletín y salió de casa dispuesta a comerse el mundo.


Paró un taxi y el conductor, después de hacerle un rápido examen visual, preguntó: "¿Wall Street señora?" "No a Broadway, Gerswhin Theatre. Rápido, tengo audición a las 10".

lunes, 1 de octubre de 2012

Telepatía

El semáforo se ha puesto en ámbar y por primera vez en mi vida he dudado si seguir o pararme. Ya sé que el código dice que cuando se pone amarillo es obligatorio detenerse porque el semáforo, esa señal con vida propia pero no inteligente, te está enviando un mensaje: "cuidado, me voy a poner en rojo en cerocoma, ¡párate!". Pero hay que ser realistas, casi todo el mundo lo interpreta de otra forma: "joder, el puto semáforo se va a poner en rojo, ¡acelero!"
Dicen los que saben que los seres humanos utilizamos un pequeño porcentaje del potencial de nuestro cerebro. Los que saben dicen que algún día aprenderemos a comunicarnos entre nosotros sin lenguaje hablado ni escrito, será simplemente mediante telepatía. Ellos profetizan que ya no habrá más teles ni radios ni móviles ni chats ni facebook ni siquiera existirá este blog ni nada, porque toda comunicación, por fin, será mental.
Queridos sabios, creo que vuestras profecías llegan un poco tarde.


Hoy voy en bici, el semáforo está en ámbar y voy a detenerme. El del coche de atrás se acaba de acordar de toda mi familia. Lo sé.

jueves, 27 de septiembre de 2012

¿Eres especial?

Al entrar en el portal una gota de agua le cayó en la nariz, miró hacia el techo y descubrió una enorme gotera. Ella meneó la cabeza, esquivó el charco del suelo, sacó una llavecita y abrió su buzón como hacía rutinariamente cada tarde después de venir de trabajar. Igual que cualquier lunes, una buena remesa de cartas se acumulaba desordenadamente en el interior del casillero. Repasó con rapidez la correspondencia: bancos, facturas, publicidad, más facturas, más publicidad, ... ninguna postal desde Isla Mauricio o Las Vegas, en su cara se dibujaba una irónica mueca.
"Un momento". De entre el fajo descubrió una carta con su nombre manuscrito; la dio la vuelta para ver quien la remitía pero no había rastro. Desde hace mucho tiempo no esperaba nada de nadie. "¿Quién?" Tiró de recuerdos escondidos en décadas gloriosas y pensó en Este o Aquel, quizá un ex con ganas de recuperar contacto o "puede que alguien al que le dije No" y vuelve a intentarlo nostálgicamente años después. "¿Y por qué no un admirador anónimo? Esas cosas a veces pasan". Nervios infantiles en forma de temblores afloraron en la mano que sujetaba aquel sobre.
Se sorprendió subiendo las escaleras de tres en tres hacia su piso y cuando llegó a su puerta no atinó a meter a la primera la llave en la cerradura. 180 latidos por minuto, su corazón batió un record personal. Nuevo intento y esta vez sí; abrió atropelladamente la puerta y tiró su abrigo, el maletín del pc y toda la correspondencia en la primera silla que encontró a su paso. Solo se quedó con aquella carta, la carta. La agarró con las dos manos y estudió la cuidada, casi primorosa letra con la que estaban escritos su nombre y dirección, "debe ser alguien especial". Intentó calmarse respirando hondo y mientras abría el sobre pensó que hacía siglos que nadie le escribía de su puño y letra, y eso era algo realmente extraordinario.


Estimada Maite. Te informo de que esta tarde a las 18:30 h. en 1ª convocatoria y 19:00 h. en 2ª, tendrá lugar una Junta Extraordinaria de la comunidad de propietarios. El asunto a tratar es la reparación de la gotera del portal. Ruego tu presencia y si no vas a asistir puedes delegar tu voto en otra persona autorizándola con el cupón adjunto. Disculpa la premura del aviso pero esto urge arreglarlo ya. Recibe un saludo afectuoso de tu Presidente.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Todo llega

Un día, el hombre se sentó frente a la maceta que recién había plantado con una pequeña semilla y que había regado con la regadera de latón que guardaba en el armario de las cosas. El hombre decidió que hasta que no viera salir un brote de esa tierra negra, húmeda y de olor fecundo, no dejaría de mirar ni se levantaría del suelo; él era una persona metódica y necesitaba comprobar que todo lo había hecho bien.
Calculó que la cosa era cuestión de unos pocos días y se preparó con todo lo necesario para aguantar en la posición. Acumuló comida a su alrededor, preparó ropa de abrigo para las noches, se surtió del suficiente agua para regar tanto la maceta como su propio gaznate y no se olvidó de meter en una nevera de esas portátiles varias bolsas de hielos y una botella de champán: el brote debía culminar con un mererecido brindis.
Los días se sucedían y el paso del tiempo se hacía evidente en las barbas cada vez más luengas del hombre. Las ojeras ocupaban más y más superficie en su desgastado rostro, el ánimo flaqueaba y aunque el agua estaba empezando a escasear él decidió mantener la posición, firme, seguro del feliz acontecimiento. "Tiene que aparecer, tiene brotar".


Un extraño olor alertó a toda la comunidad. La llamada de un vecino puso a la policía sobre aviso. Nadie contestaba al timbre así que derribaron la puerta. El hombre ni siquiera volvió la cabeza; su única reacción fue poner el dedo índice en los labios mientras miraba fijamente a un tiesto que solo contenía tierra.

martes, 18 de septiembre de 2012

Los otros

Son las 5 menos cuarto de la madrugada, sigo despierto y para lo que queda ya no dormiré nada. Visto así ¿es tarde o es pronto? Siempre me lo he preguntado cuando tengo una de esas noches insomnes y me encuentro a medio camino entre el momento en que me acosté y el amanecer, que es cuando suelo despertarme.
Vuelvo a repasar lo que haré cuando me baje de la cama y plante los dos pies en el suelo, un acto que desde hace años se convirtió en ritual cuando no me quedó claro si era bueno o malo levantarse con el pie izquierdo o el derecho.
Dicen que levantarse con el pie izquierdo se supone que da mala suerte pero creo que eso es un punto de vista diestro, de aquella gente que ve y ha diseñado el mundo con la derecha. Una insidia en toda regla porque ¿qué pasa con los zurdos? ¿qué opinarían ellos? ¿acaso son desafortunados por nacimiento? No lo creo, pero para su desgracia prácticamente todo está diseñado para ser usado con (y por) la derecha, así que esa gente que usa un hemisferio contrario al de la mayoría a veces se encuentra ignorada, desplazada e incluso, en épocas pretéritas, reconvertida para usar la diestra.
Y ¿por qué todo lo bueno, lo recto o lo directo es lo derecho? ¿Acaso tu madre, al verte comiendo encorvado te decía "ponte izquierdo"? ¿es el conjunto de leyes el Izquierdo? ¿estás agotado y te vas izquierdo a la cama? ¿el wc en un bar está al fondo a la izquierda? No. Hay un totalitarismo de la derecha, valga la redundancia.
En esta época supongo que aún queda pendiente una revolución zurda, la revuelta de esa minoría silenciosa que está entre nosotros y sufren la tiranía diestra. La otredad en la que el totalitarismo de estribor nunca piensa y siempre obvia.

Así que amigos zurdos, siniestros todos, vuestro momento ha llegado. Ahora que todo el mundo reclama por sus derechos ya es hora de que vosotros -¡oh, pueblo de babor!- exijáis la defensa de vuestros izquierdos.


Las 5 de la mañana... ¿por qué el Norte es arriba? ¿y por qué no es abajo? ¿quién lo decidió?

jueves, 13 de septiembre de 2012

Luces y sombras

Atención, escucha, baja la voz. Para ya con esa verborrea que parece un atasco de palabras sin sentido y que atraviesa el aire en vaivén. Deja paso al silencio, regálame un poco de quietud, permíteme que disfrute del sonido de la nada. Necesito un rato sin distorsiones, calma para mis oídos, paz para mi alma, un momento para sentirme el único ser humano de la Tierra.

El viento sopla levemente en forma de brisa vespertina desordenando aún más tu flequillo. Los últimos rayos de sol se resisten a dejar de iluminar tu cara y, aunque te he visto así miles de veces, esta es de esas ocasiones en las que si pudiera pararía el tiempo para poder vivir ese instante en pausa como si estuviera dentro de una fotografía.

Creo que ya he estado aquí. Esto me suena ¿a ti no? Lo recuerdo así como en una nebulosa; ya sabes que la memoria no es mi fuerte pero estoy seguro de no equivocarme. Conozco este lugar, reconozco el olor, ese inconfundible aroma a deseo en el que tú y yo nos encontrábamos de vez en cuando. Sí, ahora recuerdo más nitidamente. Yo he pasado por aquí muchas veces y tú venías siempre conmigo.


- Voy bien por este camino, ¿verdad?
- Solo si no te importa llegar dando un rodeo.



martes, 11 de septiembre de 2012

Insisto

La moral no está por los suelos. No, eso sería demasiado optimista porque cree que está aún más abajo, como en el sótano 5 o así. Otra vez se encuentra abatido, de nuevo los acontecimientos se precipitaron y nada salió como esperaba. Una ocasión más en que los planes que él diseñaba no seguían la teoría que Hannibal Smith, allá por los 80 del siglo pasado, enunció.
Ni siquiera esta vez su proverbial determinación a levantarse de nuevo cada vez que cae, su habitual perseverancia rayana en cabezonería, le salva de sentirse la penúltima mierda. Es más, ya piensa que aún puede caer más bajo, de ahí que acepte que no ha tocado fondo y que todavía hay margen para algo peor. Será en ese momento en que ya considere que ha alcanzado el lugar de honor, el sitio donde uno se siente completamente derrotado.
Por un instante se le ilumina la cara. Piensa que, quizá, cuando llegue a ese lugar fatal por fin podrá descansar de tanta lucha sin ningún resultado, de tanta magulladura emocional provocada por estrellarse una y otra vez contra el mismo muro. Estará donde no quería estar pero al menos estará en algún lugar, y no en esa horrible tierra de nadie donde todo es un quizá y nada es seguro. Y eso ¡qué coño! también es una victoria.


 La moral está bajo suelo. Pero vuelve a pensar que la próxima vez, esta sí, por fin ganará.

martes, 4 de septiembre de 2012

La letra la ponía Hal

Y la música Burt.
Sí, me refiero a ese mítico tándem de la cultura Pop que eran Hal David y Burt Bacharach y que tantos buenos temas nos han regalado en las últimas décadas. Pero ya no más, porque el gran Hal acaba de morir y ha dejado definitivamente sin pareja al gran Burt. Ha sido una larga y emocionante vida de 91 años que dio lo suficiente de sí como para escribir algunos de los más grandes himnos Pop de la historia, y que ha hecho del dúo David/Bacharach referencia indispensable en la cultura musical contemporánea.
Grandes de la música como Dusty Springfield, Elvis Costello, Gene Pietny, B.J. Thomas, Tom Jones, Diana Ross, Nina Simone, Isaac Hayes, Aretha Franklyn y multitud más disfrutaron interpretando joyas escritas por Hal y Burt. Porque aunque no nos diéramos cuenta -como con Leiber y Stoller, por ejemplo- ambos estaban detrás de muchas de las letras y melodías que en algún momento hemos tarareado bajo la ducha, silbado levemente al oído de la persona que amábamos o canturreado en un momento de atasco. Canciones en las que la sensibilidad, el lado positivo de las cosas, lo bueno de vivir o el amor explotan en cada estrofa siempre desde un tono elegante y delicado pero nunca ñoño.
Puro talento, puro Pop.



Estoy de acuerdo con Dionne Warwick, una de tantos intérpretes de las canciones de Hal David: aunque no éramos parientes es como si alguien de nuestra familia se hubiera ido.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Lo cruel

Ese tiempo que siempre se recuerda o se desea que llegue el resto del año; ese mito de la juventud desinhibida en busca del placer efímero o duradero; una temporada en la que todo es sonrisa y delirio, inconsciencia y sol; la época del calor ambiental y el fuego corporal.

Arena en los zapatos, el viento contra tu cara, ojos cerrados, dedos con olor a espeto, piel quemada, cerveza y dolor de cabeza, historias salvajes, medias verdades y amores fugaces.

Has dicho algo, no sé qué, la música está alta y me río. Súbela, súbela y baila hasta que no puedas más: mañana esto se acaba y hay que darse prisa. Doy un poco de mi vida para que esto continúe. Invierto para conseguir algunos días extra en bancos del tiempo que no existen.

No quiero paz, estoy ardiendo, quiero hacerlo contigo, estoy en la cama ¿es que no lo ves? ¿es que no me ves?


Es verano. Aunque alguien no se dio cuenta.

lunes, 30 de abril de 2012

Querida vida, dame tiempo

¿Qué es el tiempo? Algo que todos tenemos pero que solo algunos saben qué hacer con él. Es una línea que tiene un único sentido y carece de marcha atrás. Que según quien seas avanza lenta o rápidamente, se para o va a toda velocidad, te sobra o te falta, lo compras o lo vendes, lo vives o lo recuerdas, lo saboreas o lo echas de menos. El tiempo es un lugar al que muchos les gustaría volver y a otros llegar. Es un sabor pero también una foto, un olor y al mismo tiempo un dolor. Es una carcajada, un viaje y una voz. El tiempo es tuyo pero a veces te lo roban y después, como antes en el Rastro, te lo revenden. Es un trabajo que no quieres hacer y a la vez un plato que quieres comer. El tiempo es lo de siempre, el tiempo es lo de nunca.
El tiempo es creer que alguien puede cambiar.


- ¿Volveremos a vernos?
- Eso, querido, es cuestión de tiempo.

martes, 13 de marzo de 2012

Ahhhhh...

Hay pocas cosas tan placenteras como el primer sorbo de una cerveza cuando tienes mucha sed. Es una sensación muy cercana al orgasmo en la que el momento del clímax se alcanza durante ese trasiego; justo ahí cierras los ojos y, al mismo tiempo que un escalofrío recorre tu cuerpo de la nuca a los pies, sientes que estás en otro lugar e incluso en otro época. Un viaje astral fugaz sin necesidad de iniciarse en las psicociencias.
El segundo trago ya no es igual porque aunque también da placer, éste es más terrenal y las sensaciones de antes ya no aparecen. Por si acaso insistes con un tercero pero nada: mola, sí, pero no es lo mismo. Quizás hay que insistir aún más con los siguientes tragos y con más cervezas para volver a encontrarse en otra dimensión, pero la magia del primer sorbo ya no vuelve a suceder. Tendrás que esperar a que sea otro día y vuelvas a tener una sed inmensa y solo desees que te la sacie una buena y fresca cerveza.


Madrid, un día cualquiera de julio: ponte una de Marvin Gaye, haz el amor, suda y tómate después una cerveza helada. Placer tras placer.

lunes, 12 de marzo de 2012

Comer

De primero, unas mollejas de cordero lechal -muy tiernas-, además de gambas plancha y gambas al ajillo, también unas croquetas de jamón y pollo, judiones de la Granja y nuestro famoso bonito escabechado, buenísimo, nadie lo hace como nosotros ¿eh?
¿De beber? Unas cervecitas por aquí... dos, tres, cuatro... una sin, ¡ah! dos sin. Cocacola lai, dos tambiém. ¿Vino? Pongo para entrar un Blanco de Nieva... No, no tengo Pie Franco. Y tinto pues tenemos el de la casa, un Ribera crianza muy rico, aunque si quieren traigo la carta de vinos si prefieren otros. Pero de verdad que el de la casa está muy bueno ¿eh?
¿Qué tal esos primeros, eh? Bien, vamos a por los segundos. Tenemos cochifrito al ajillo, cordero lechal -muy tierno-, cochinillo, entrecot... eso de carnes. Pescados tenemos las cocochas y la merluza a la romana que la preparamos en supremas, muy ricas ¿eh?
¿Vamos con los postres? Tenemos ponche, tarta milhojas, flan, pudin y bueno, también hay fruta si quieren.
¿Cafés? ¿Un digestivo? ¿Una copa?
¿Todo bien por aquí? ¿Falta algo? ¿Otra copa más?
Bueno, bueno, gracias por venir. Muy amables, me alegro de que les haya gustado ¿eh?
Espero verles pronto por aquí otra vez ¿eh? Gracias, gracias. Que les vaya bien ¿eh?


- Me encuentro un poco pesado; no tenía que haber pedido postre.

sábado, 3 de marzo de 2012

Un sorbito y después otro

Es delicioso desayunar en fin de semana. Levantarse tranquilamente e ir a la cocina a prepararte un zumito de naranja. Despacio, una a una las naranjas van pasando del estado sólido al líquido y después a tu boca. Mirar por la ventana y posar la mirada en ningún sitio, soñar que estás en otro lugar, eso está bien. Luego, pausadamente, haciendo meditación entre sorbo y sorbo, tomarse un café recién hecho con leche o un chocolate bien calentito. Acompañarlo de una buena porra o de un cruasán de mantequilla es alcanzar un estado cercano al máximo placer. Sé dónde conseguirlas porque conozco excelentes churrerías y magníficos obradores con los mejores cruasanes y porras de la ciudad. Y si a todo esto lo acompaño de algo tan relajante y optimista como cualquier canción de Henri Salvador, probablemente esté disfrutando del mejor momento de la semana.
Desayunar en fin de semana es un ejercicio de reencuentro con uno mismo, disfrutando del placer de perder el tiempo porque hoy no tienes prisa.


Deberíamos desayunar todos los días como si fuera fin de semana. Nos iría mejor.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Hoy soy uno, mañana seré otro

Definitivamente el día está a punto de llegar; de hecho si este año no hubiera sido bisiesto, ese día sería hoy mismo. Pero aún quedan unas horas para mirar atrás, ver qué ha sido de mí durante todos estos años y darme un gran impulso para saltar hacia adelante en busca de la nueva vida. La reflexión rápida podría ser... estuvo bien muchas veces, mal otras tantas pero esto se ha acabado y yo me voy de aquí.
A partir de mañana hay algo de mí que cambiará aunque, tranquilos, seguiré siendo en líneas generales el mismo, no pienso daros más sorpresas de las necesarias. Por un lado me da pena abandonar algunas rutinas adquiridas y temo por las cosas que están por venir, pero quizá esta inquietud sea el mordiente, la pimienta de esta vida, esa sensación de vértigo que sucede ante los nuevos acontecimientos; y me gusta sentirla.
Mañana empieza mi resurrección y, como los niños en su primer día de clase, estreno babi. Aunque no se vea.


Hasta luego P ... idad.
¡Hola C ... toría!

lunes, 27 de febrero de 2012

La bella despedida

La belleza a veces se encuentra en los lugares más inesperados. Por ejemplo, el amargor que produce una ruptura de pareja se puede convertir en un alegato bellísimo y apasionado del amor más puro. Es una declaración de principios increible: te quiero tanto que no me importa que te vayas con otro si eso te hace feliz. De eso habla una de las canciones más bonitas -sí, ese es el adjetivo- que se han escrito para hablar de una ruptura, "Make it easy on yourself", de la cual se cumplen 50 años desde su composición. Y sus autores no podían ser otros que Burt Bacharach y Hal David, auténticos maestros elevando sentimientos cotidianos a la categoría de obras maestras del Pop. Quiénes si no podrían conseguir que el dolor se vuelva felicidad, que la tragedia de una pareja que se deshace se transforme en algo bello, que el desamor del otro reafirme el amor del uno.
Este tema ha sido interpretado por mucha gente pero para mi gusto destacaría las versiones con las voces graves de Scott Walker con los Walker Brothers y de Neil Hannon con The Divine Comedy. Ponen los pelos de punta.


Este mundo es tan extraño que hasta del dolor se puede extraer belleza.

viernes, 24 de febrero de 2012

Espejito espejito

Cuando te miras al espejo por las mañanas ¿qué ves?:

a) Alguien que te gusta
b) El punto de partida hacia alguien que te gustaría ser (es cuestión de arreglarse)
c) Un personaje que no reconoces
d) Que vas teniendo una edad
e) Tu mejor amigo
f) El peor enemigo que alguien puede tener
g) Nadie como tú
h) No miro al espejo
i) ¡Dios, qué resaca!
j) Alguien que no te gusta
k) Otros (u otras)
l) Ni sabes ni contestas ni tienes ganas de hacerlo



Espejito espejito, miénteme hoy un poquito.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Ven conmigo

Llevo demasiado tiempo esperando en esta placita en la que quedé contigo y no apareces. Me siento en el único banco que aún queda libre y observo a la pareja que se abraza en la marquesina que hay al otro lado de la calle. Hay algo en ellos que me resulta familiar, quizá me recuerda a nosotros hace unos años. Un autobús llega, una muchedumbre se apea y el bus continúa su marcha. La pareja sigue ahí en la marquesina, abrazada y ajena a todo. Ella reposa su cabeza en el hombro de él. Él no para de acariciar su pelo. De vez en cuando ella levanta la cabeza; entonces sus miradas se cruzan y automáticamente sus bocas se encuentran con suaves roces de labios.
Vuelvo a mirar el reloj: media hora de retraso y sigues sin venir. Dudo si mandarte un mensaje, llamarte o directamente irme de aquí. No es la primera vez que esto ocurre pero te aseguro que será la última.
Llega otro autobús, descarga más gente y se marcha a toda velocidad. La pareja continúa en la marquesina pero ahora es él quien reposa su cabeza en el hombro de ella.
Decido llamarte. Vamos, cógelo. Cógelo o no volverás a verme más. Suenan una a una las campanadas del mediodía que el carillón del reloj de la placita desgrana pausadamente. Por fin descuelgas y oigo tu voz aterciopelada: "Hola". De fondo también se escuchan las campanadas dando las doce. Te pregunto que dónde estás. "Perdona, a un minuto. No te vayas".
La pareja de enfrente ya no se abraza. Ella le está poniendo el dedo índice en la boca de él, pero él lo aparta y se da la vuelta poniéndose las manos en la cara. Llega otro autobús a la parada y el chico se sube rápidamente. Desde el estribo le hace señas para que suba pero la chica se queda allí, quieta como una estatua. La puerta se cierra, el bus se va y ella se deja caer en el asiento de la marquesina.


Suena mi teléfono, eres tú. Dejo que siga sonando y me levanto del banco, es hora de marcharse de aquí.

lunes, 20 de febrero de 2012

Ha caído uno

Hay un sonido de guitarra que es inconfundible en la historia del Pop en español y ese sonido ha dejado de sonar, aunque solo sea en directo porque afortundamente nos quedan sus grabaciones. Enrique Sierra se acaba de ir con Annabel Lee, los ángeles del cielo y los demonios del mar a tocar esos riffs tan personales, seña de identidad de una de las bandas imprescindibles de todos los tiempos: Radio Futura. El legado de este grupo es fundamental y como su propio nombre anunciaba, era adelantado a su tiempo. La gran mayoría de sus canciones hoy día suenan completamente actuales, cosa que no se puede decir de muchos de sus coetáneos, y una buena parte de esos temas son esenciales en la banda sonora de nuestras vidas. Enrique Sierra junto a los hermanos Auserón y en primera instancia Herminio Molero, dieron forma a ese sonido moderno, distinto, muy elaborado y con letras tremendamente inteligentes, dando paso a temas de los tonos más variados desde lo festivo a lo épico, pasando por el costumbrismo, los viajes o el aire latino y caribeño e incluso haciendo versiones de T. Rex o adaptando poemas de E.A. Poe. Tocaron prácticamente todos los palos de la música popular: Pop, Rock, Blues, Reggae, Rumba, Salsa, Funk, ... Ellos podían con todo y todo lo hacían bien.


Los buenos suelen tener prisa y a veces se van antes. Hasta luego Enrique.

viernes, 17 de febrero de 2012

Entren y salgan de uno en uno

- ¡Hombreee! ¿Qué tal? ¡Dame un abrazo!
- ¡Qué coño un abrazo, un beso! ¿Cúanto hace que no nos vemos?
- Pues desde la última vez, creo...
- Tú y tus chistes malos. Es mejor que los reserves para otras horas de la noche. Anda pasa, aún queda sitio al fondo.
- ¿Qué tal andamos de cerveza?
- Sobraos. Hay más jarras que en el Oktoberfest.
- Y ¿qué se pide de comer?
- ¿Tú no has leído lo que pone en el cartel del garito?
- Iba con tanta prisa que no lo vi. Además, el taxi me dejó en la misma puerta que entré sin mirar. Venga, ¿qué se come aquí?
- Los mejores tacos fuera de México. Eso sí, pican como el mismísimo Belcebú.
- Esa frase me suena... yo la he oído en otro sitio, es buena.
- No es mía, pero desde que se la escuché a Luis en un viaje me la he quedado.
- Pues nada, a probar esos tacos picantes y cabrones.
- Espera ¿no se te olvida algo?
- ¿El qué?
- La contraseña.
- No dijiste nada de contraseñas en la convocatoria.
- ¿Ah no? Yo creo que sí.
- Lo siento, no la recuerdo...
- Haz memoria.
- De verdad, no me acuerdo de ninguna contraseña.


"Te veo más joven que la última vez, ¿te has hecho algo?". Vamos, entrad y no me hagáis corrillo.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Bicho raro

Ellos van por la derecha, tú por la izquierda. Tú sales en manga corta, el mundo va abrigado. Yo leo, ellos hacen números. Él quiere bajar, la gente se empeña en subir. Nosotros salado, los demás dulce. Tu realidad es blanca pero la suya es negra. Quieres soñar pero te despiertan. Te gusta hablar, ellos callan. Digo la verdad, me responden con mentiras. Nuestra paz, su guerra. Mi amor, su odio. Vengo, se van. Este es mi sitio, me lo quitan. Das luz, devuelven oscuridad. Tú andas, ellos corren. Estoy cuando se necesita, huyen cuando les buscas. Sonrío, me miran mal. Tú eres, ellos fingen.
Yo. Tú y yo.
El resto.


¿Te hacen sentirte distinto? Eso es que algo estarás haciendo bien.

lunes, 13 de febrero de 2012

Un pez llamado Rafa

Desde que ha entrado en casa un pez Betta -que dicen que trae suerte allí donde mora- no han dejado también de entrar buenas noticias. No creo demasiado en estas cosas y tiendo a ser escéptico porque pienso que tras ellas suelen esconderse intereses económicos, pero en este caso haré una excepción: es cierto, la buena suerte se ha materializado en magníficos acontecimientos.
Rafa -el pez- es limpio, discreto y muy elegante. No tiene los habituales ojos inexpresivos y saltones que gastan la mayoría de los peces sino que luce una mirada lánguida pero elegante. Rafa no requiere grandes cuidados y únicamente necesita luz, unas plantas acuáticas y algo de comida para peces tropicales, pero yo creo que alguna carantoña y unas migas de pan de vez en cuando le alegran su monótona vida. Se merece lo mejor después de todo lo bueno que él que está haciendo por esta casa... ¿o es ella?


Todos deberíamos tener algo así a nuestro lado. Aunque no sea un pez.

viernes, 10 de febrero de 2012

Caen como losas

Sí, van cayendo pero aguanto fuerte. Hoy me lo dedico y me doy la enhorabuena por haber llegado hasta aquí, así que he llamado a un amigo para que me lo cante bien alto y entonado. Porque él sabe que este es mi día y yo soy el Rey.


Hoy va por mí.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Una nueva vida

Dedicado a Sergio, Enrique, Marta, Luis, Chiqui, Pepelu, Carlos, Teresa, Nacho y a todas aquellas gentes cercanas a mí que, sabiendo que era difícil y por diferentes motivos, se atrevieron sin miedo a dar el paso de romper con el pasado, empezar de cero y pensar, amar, trabajar, respirar, actuar, luchar y, en definitiva, vivir de otra forma.


Ya soy uno de los vuestros.

lunes, 6 de febrero de 2012

Fuerza

Esta semana se presenta interesante. Varios asuntos pueden hacer que las cosas cambien a mucho mejor si se dan las condiciones necesarias. Quiero -debo- ser optimista y aunque ando con el freno emocional echado desde hace tiempo porque no me fío a veces ni de mi sombra y han sido tantos los proyectos que en principio parecían viables y después han fracasado o no han salido adelante, parece que habrá novedades en los próximos días. Debo -quiero- tener confianza en la gente, ser positivo y creer que todo puede salir bien. Es el momento de la refundación vital y ahora necesito toda la fuerza para dar el paso definitivo que haga realidad la reinvención, una vez más. No tengo miedo, no miro atrás porque lo mejor siempre está por venir. Y allá que voy a toda velocidad.

Vamos que nos vamos.

jueves, 2 de febrero de 2012

De donde vengo no hay nada

Esta tierra es seca y solo da dos tipos de productos que no necesitan mucho para crezcan abundantemente: el mejor cereal y los soldados más duros de toda Europa. Lo uno da de comer a los otros, y estos dan gloria al país. Solo unos pocos han hecho que se hable de todos nosotros y se respete nuestra presencia en cualquier reino del Viejo y el Nuevo Mundo. Esta tierra áspera, difícil y austera que marca el origen de aquellas gentes, es un lugar del que huir y al que solo se vuelve si las glorias y el oro permiten una vida plácida y regalada. Ellos saben que el destino que desean alcanzar es casi un imposible y pocos serán los que repitan lo que algunos hicieron en Nueva España o Perú. Pero los mayores contratiempos no merman el ímpetu de un soldado que, buscando su particular paraíso, sabe que mantener honor y honra es esencial para poder llevar la cabeza bien alta; lo demás no importa. Aunque una bolsa llena de doblas nunca viene mal, qué demonios.


La tierra de la abundancia está allí. ¿No la ves?

martes, 31 de enero de 2012

Segovianos

Si eres de Segovia o vives en una ciudad pequeña donde todos se conocen, lo entenderás.
Si no, déjate llevar por el flow.


Lo que ocurre cuando se pasea por la Calle Real segoviana, también conocida como Tontódromo.

lunes, 30 de enero de 2012

La buena ventura

Hace ya demasiadas jornadas que la calma es total. Las velas completamente desplegadas no recogen una sola brizna de un viento que no existe y que parece que se fue tiempo atrás para no volver, abandonándonos a nuestra propia suerte. El mar es una llanura infinita o ¿es que más allá de ese horizonte al que nunca llegamos no hay nada? Sin viento no hay respuesta. Cada día que pasa la gente está más nerviosa y los murmullos a escondidas y dispersos de la semana anterior han dado paso a voces descaradamente amenazadoras. La inquietud ha hecho presa de la marinería, los más fieles se alejan prudentemente de mi lado y temo que esta situación se haga inaguantable si no cambian las condiciones meteorológicas en las próximas horas. Tanta calma nos va a volver a todos locos así que intento que la tripulación se mantenga ocupada todo el día a base de disciplina, ordenando contínuos simulacros de ataques de navíos enemigos, aumentando las tareas de limpieza e incluso realizando entrenamientos y juegos físicos en cubierta. He dado orden a mi segundo para que se doblen las raciones de comida y aguardiente aún a riesgo de quedarnos sin nada antes de lo previsto, pero al menos es lo único que los aplaca durante un rato. Quiero ganar tiempo, pero el tiempo transcurre muy lentamente cuando no sopla el viento. Creo que no me queda mucho si esto no cambia porque ya nadie está de mi lado.


Amanece otro día despejado y sin viento. Están golpeando la puerta de mi camarote con ansiedad. Abro la tapa de mi reloj de bosillo y veo tu cara perfecta sonriéndome igual que cuando me despediste en Veracruz hace dos meses. Siento que es mi último día como capitán de la "Buenaventura".