viernes, 15 de febrero de 2013

Hasta que el aburrimiento os separe

Él está allí, muy allí, en realidad está allá. Ella está aquí, muy aquí, en realidad está acá. La distancia entre allá y acá ya solo puede medirse en años luz, como mundos tan lejanos que jamás se verán el uno al otro en tiempo real, tan distantes que haría falta una vida entera para viajar y poder contactar. La lejanía es tal que uno y otra han dejado de saber entre sí, de tener conocimiento siquiera leve de la existencia de cada cual.
"Tú estás allá, yo estoy acá. ¿Quién eres? ¿Quién soy?" El vacío se hace inmenso entre ambos, el espacio es infinito -¿verdad?- y ella sabe por fin representar en su cabeza ese concepto de enormidad en que lo inabarcable está tan bien expresado. "Sí, el infinito. O, más bien, la nada. Eso es lo que entre tú y yo hay."


Ella tiene un plan: ha concebido una forma de viajar, un vehículo que puede hacer que las distancias sean cosa del pasado. Pero es él quien dispone del combustible para que eso algún día funcione.

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