lunes, 13 de febrero de 2012

Un pez llamado Rafa

Desde que ha entrado en casa un pez Betta -que dicen que trae suerte allí donde mora- no han dejado también de entrar buenas noticias. No creo demasiado en estas cosas y tiendo a ser escéptico porque pienso que tras ellas suelen esconderse intereses económicos, pero en este caso haré una excepción: es cierto, la buena suerte se ha materializado en magníficos acontecimientos.
Rafa -el pez- es limpio, discreto y muy elegante. No tiene los habituales ojos inexpresivos y saltones que gastan la mayoría de los peces sino que luce una mirada lánguida pero elegante. Rafa no requiere grandes cuidados y únicamente necesita luz, unas plantas acuáticas y algo de comida para peces tropicales, pero yo creo que alguna carantoña y unas migas de pan de vez en cuando le alegran su monótona vida. Se merece lo mejor después de todo lo bueno que él que está haciendo por esta casa... ¿o es ella?


Todos deberíamos tener algo así a nuestro lado. Aunque no sea un pez.

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