miércoles, 29 de febrero de 2012

Hoy soy uno, mañana seré otro

Definitivamente el día está a punto de llegar; de hecho si este año no hubiera sido bisiesto, ese día sería hoy mismo. Pero aún quedan unas horas para mirar atrás, ver qué ha sido de mí durante todos estos años y darme un gran impulso para saltar hacia adelante en busca de la nueva vida. La reflexión rápida podría ser... estuvo bien muchas veces, mal otras tantas pero esto se ha acabado y yo me voy de aquí.
A partir de mañana hay algo de mí que cambiará aunque, tranquilos, seguiré siendo en líneas generales el mismo, no pienso daros más sorpresas de las necesarias. Por un lado me da pena abandonar algunas rutinas adquiridas y temo por las cosas que están por venir, pero quizá esta inquietud sea el mordiente, la pimienta de esta vida, esa sensación de vértigo que sucede ante los nuevos acontecimientos; y me gusta sentirla.
Mañana empieza mi resurrección y, como los niños en su primer día de clase, estreno babi. Aunque no se vea.


Hasta luego P ... idad.
¡Hola C ... toría!

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