lunes, 3 de diciembre de 2012

Yo sigo esperándote

Me acuerdo de ti, a todas horas, todos los días; no creas que lo he olvidado. Que no sea insistente no significa que no tenga ganas de que suceda; ese momento en ese lugar soñado mil veces y esperado un millón más. No me importa que cuando todo eso llegue a término, cuando por fin sea, suceda de foma distinta a como lo he imaginado. Solo deseo que sea aún mejor. Que la sorpresa sea tan mayúscula que me sintiera a punto de desmayarme como una dama victoriana tras la trinchera de su abanico al interceptar la mirada de aquel atildado caballero por el que tanto suspira.
Tiene que ocurrir; va a ocurrir, lo veo venir y me estoy preparando conciencudamente para ese momento. A veces me desespero y según pasa el tiempo mi ansiedad va dando paso, en ocasiones, a tics nerviosos en lugares de mi organismo que ni siquiera tenía localizados  -¿por qué no existe un google maps del cuerpo humano?-. Pero hay que tener fe y no desesperar, dejar de lado dudas razonables que, cual tentaciones bíblicas, invitan a levantar bandera blanca cuando la autoconfianza se diluye. Debo mantenerme firme y si no es hoy ya será en otra ocasión. Porque tiene que ser, llegará por fin ese día. Lo intuyo, lo sé.


Sí, estoy seguro de que algún lunes será un día maravilloso.

2 comentarios:

  1. Yo que tú hubiera puesto a los Happy Mondays!!

    ResponderEliminar
  2. Pues también... pero hace pocas entradas que cayeron y para no repetirme los Boo Radleys van niquelaos.

    Abrazo.

    ResponderEliminar